agosto 15, 2007

Elvis Vive!


No son ni las 11 de la mañana y el termómetro en Memphis ya roza los 40 grados, aunque la humedad da una sensación aún más agobiante. Como si acabara de concluir uno de sus conciertos en Las Vegas, cuando los kilos se habían acumulado en un cuerpo demasiado acostumbrado a demasiados barbitúricos, sedantes y otros medicamentos inaccesibles sin receta, el sudor empapa a Elvis Presley.

Porque hoy pueden cumplirse 30 años desde que el rey del rock and roll, simplemente, el Rey, con mayúscula, fue hallado muerto en un baño de Graceland. Pero Elvis, que entonces tenía 42 años, sigue vivo. Lo mantienen vivo.

Elvis está, de una forma u otra, en prácticamente cada camiseta y cada camisa que pasea por el bulevar bautizado en su honor, una megalópolis visitada cada año por 600.000 personas, dominada por Graceland y nutrida de tiendas de los más impensables suvenires, espacios convertidos en improbables museos y restaurantes donde pasar un mal trago si se es vegetariano o se vigila el colesterol.

Elvis está también en la mente de cada uno de los hombres que cada mañana lo reviven frente al espejo para dar forma a sus patillas, su tupé y, en algunos casos, hacer uso del tinte negro. Está en el pensamiento de los muchos que se embuten en las réplicas de aquellos trajes estridentes con los que Elvis salía al escenario. Y está en el corazón de los miles de fans que este año, como en cada aniversario, pero esta vez con el incentivo de un número redondo como 30, peregrinan hasta este pagano templo.

AMPLIACIÓN DEL NEGOCIO
Elvis Presley Enterprises (EPE), la compañía de la que se hizo cargo Robert Sillerman hace tres años al pagar a Lisa Marie Presley 74 millones de euros por el 85% de la propiedad, no ha desaprovechado ninguna oportunidad de mantener el negocio y ampliarlo. Planea un espectáculo en Las Vegas del Cirque du Soleil para el 2009 con música de Elvis. Va a abrir allí su primer hotel y casino. Aunque controla y ha recortado el número de licencias, aún aprueba cada 150 nuevas explotaciones de la imagen de Elvis. Y este año incluso ha dado permiso a Hersheys para hacer una chocolatina con dos ingredientes que perdían al Rey: mantequilla de cacahuete y banana.

Pero Sillerman lleva además tres años comprando 40 hectáreas en terrenos aledaños a Graceland para crear un hotel de 500 habitaciones que sustituirá al Heartbreak Hotel, un centro de visitantes, más tiendas, más locales de entrenimiento y hasta lo que llaman "una ciudad de restaurantes". Hay quien critica que la comercialización supera ya los límites de lo tolerable. Hay quien no.

"La carrera de Elvis fue siempre comercial. Aquí se explota su lado más extravagante. Y de entrada es bueno que haya alguien que quiera invertir dinero". Quien habla es Bill Rowe, de 57 años con gafas, patillas y camiseta Elvis. Hace 30 años voló desde Dayton (Ohio) en cuanto se enteró de la muerte. Ha vuelto cada agosto. Y ayer era el primero de la cola donde se empezaban a alinear quienes, a partir de las ocho de la tarde, querían participar en la vigilia en la que los fans ascienden con velas hasta la tumba de Elvis. Bill llevaba bastante ventaja a muchos: se había sentado en su silla a la medianoche.

El respeto por el Rey es palpable en Memphis. E incluso los famosos impersonators --imitadores, recreadores, discípulos...--, durante mucho tiempo acusados de desprestigiar la herencia de Elvis, este año han sido reconocidos como parte de los que la mantienen viva. EPE les ha permitido organizar una competición en los terrenos de Graceland y la final se celebrará mañana.

Mientras algunos de los imitadores aficionados, como Carl Cassady, se quejan de que EPE lo controla todo y denuncian el "politiqueo", miles de fans se olvidan de controversias y se dejan llevar por el torrente de pasión por Elvis. Y muchos piensan como Mohamed Alí, también representado por Sillerman, que solo dio un mensaje al empresario para recomendarle cautela en la explotación de Elvis: "Una vez que un rey es coronado es siempre el rey. Asegúrate de que lo mantienes así".