
-Discurso pronunciado por Fidel Castro en La Plaza de La Revolución, La Habana, 2 de enero de 1997
Nacido el 13 de agosto de 1926 en Birán, antigua provincia de Oriente; hijo natural de un español inmigrante plantador de azúcar.
Asistió a buenas escuelas Católicas en Santiago de Cuba y La Habana. Afiliado al Partido del Pueblo Cubano en 1947, y doctorado en leyes por la Universidad de La Habana en 1950. Se casó con Mirta Díaz Balart en 1948 aunque se divorciaron en 1954. (Su hijo Fidel Castro Díaz Balart, nacido en 1949 y a servido como cabeza de la comisión de energía atómica de Cuba).

Condenado a 15 años de prisión, fue amnistiado en 1955, y se exilió sucesivamente en Estados Unidos y México, allí fundó el Movimiento 26 de Julio. En 1956 regresó a Cuba con una fuerza de 82 hombres, de los cuales 70 murieron en combate nada más desembarcar. Castro, su hermano Raúl y Ernesto Che Guevara, se encontraban entre los 12 supervivientes. Dicho movimiento fue ganando apoyo popular principalmente en los ámbitos estudiantiles y en diciembre de 1958 con el respaldo del Partido Popular Socialista, avanzó hacia La Habana, acto que pondría inicio a la revolución cubana. Castro se probó a sí mismo, también demostró un amplio poder político, convencido que tenía un deber histórico para cambiar el carácter de la sociedad cubana. Viendo el colapso de su ejército, e incapaz de contar con el apoyo de los Estados Unidos, Batista huyó el 1 de enero de 1959. Castro se declaró así mismo primer ministro en febrero de 1959, cargo que ostentó hasta 1976, en que asumió la presidencia del Consejo de Estado, que según la reforma constitucional de ese año englobaba la jefatura del Estado y del gobierno.
Fracasado su intento de establecer relaciones diplomáticas o comerciales con Estados Unidos, negoció acuerdos sobre armamento, créditos y alimentos con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y llevó a cabo la depuración de sus rivales políticos. Nacionalizó los recursos cubanos, afrontó una profunda reforma agraria basada en la colectivización de propiedades y

Desde ese momento Castro se alineó abiertamente con la URSS, dependiendo cada vez más de su ayuda económica y militar. En 1962 estuvo a punto de producirse una guerra nuclear, cuando la URSS situó en Cuba cabezas nucleares de alcance medio, ante la oposición estadounidense. La llamada crisis de los misiles de Cuba concluyó tras la celebración de negociaciones entre el presidente estadounidense, John Fitzgerald Kennedy, y el máximo dirigente soviético, Nikita Jruschov. Durante las siguientes décadas, Castro alcanzó gran reconocimiento en el Tercer
